Me imagino a un zorro más alto de lo normal, más flaco y más esbelto. Dicen que los coyotes se emparejan para toda la vida, lo que hace pensar que gozan de una gran fidelidad. También dicen que casi nunca están donde uno cree que están, por lo tanto, saben eludir a la muerte. Conclusión, yo me fiaría de él. Además, al coyote le interesa que la Mitchell no muera porque le ha perdonado la vida y de este modo podrá llevarse un pollo de vez en cuando para sus crías. Si la mujer muere, los pollo también. De todas formas, le deseo mucha suerte a la dama solitaria de las Rocosas. No le queda más remedio que fiarse del bicho.
Antonio Romera
Sierra Elvira. Junio del año 2011.
Vaya, vaya, veo que pensamos en Ellie, pronto llegará el desenlace final.
ResponderEliminar