HEMOS ALCANZADO LA ORILLA

Aquí estoy "doña Inés". Últimamente, cada vez que me meto en el blog para escribir algo, entre el poco tiempo que tengo y algún que otro escrito que nos deja sin saber qué decir... (no soy la única a quien le pasa querido Antonio), acabo por cerrar la página y pensar.... mañana lo hago. Y así pasa un día y otro hasta que la lider nos pone firmes y vemos que no hay más remedio, que ya toca. Así que hoy he decidido que paso de leer vuestros comentarios y voy a tirarme a la piscina salpique a quien salpique pero hablando con cariño y desde el corazón.
Después de tantas olas, de tanto sumergirnos en las profundidades marinas y sacar (cuando se podía) la cabecilla para tomar aire y poder seguir luchando contra la marea, parece que hemos conseguido llegar a la orilla, tomar aliento y descansar. Cada cual habremos sacado nuestras propias conclusiones, y ahí va la mia:
Yo tengo tres pilares básicos en mi vida para poder acostarme cada dia sin sentir que mi caminar ha perdido su sentido: la pasión, la honestidad y la capacidad de comunicación.
Pasión tanto en el amor, en el cariño, en una discusión como en el comienzo de un proyecto nuevo. Sin ilusión, sin ganas no se llega a ningún sitio. Hay que tener predisposición para poder saborear con placer hasta la amargura de ese limón que sin saber cómo esta mañana ha aparecido en la encimera de nuestra cocina: tan amarillo, tan vivo, tan lleno de vida, de frescura, de olor...
Honestidad primero con uno mismo para poder serlo con los demás, para no montarte castillos de fábula que lleguen hasta el cielo.
Y capacidad de comunicación porque si no los castillos y los monstruos llegan a ser tan reales que se convierten en uno más de la familia. Capacidad de aceptar una crítica, de hablar desde el tu a tu sin miedo a que la otra persona se ofenda. No estamos acostumbrados a hablar desde nuestro propio ser, de aceptar una crítica con cariño, dejándonos la coraza a un lado, pensando que la otra persona nos quiere ayudar y no pretende machacarnos.... y creo que un cúmulo de todas esas cosas es lo que ha hecho que a día de hoy estemos en el curso menos alumnos.... o que estemos los que verdaderamente queremos estar.
De 9 a 2 hay horas para todo: para el cachondeo y la formalidad, pero hay que saber diferenciar cuándo toca cada cosa. A mí me gusta el cachondeo (aunque tenga que aprender algo o mucho de animación socio-cultural como dice Estrella, con la que estoy de acuerdo) pero me gusta mucho aprovechar el tiempo, aprender, escuchar y sacarle el jugo a los" limones" que aparecen cada día.
No se puede venir a un curso a la fuerza, condicionado por algo o alguien y que la cosa marche bien. Y lo hemos visto: los alumnos que se han ido han carecido de ganas de aprender, de respeto hacia los que sí tenemos ganas y de capacidad para expresar cual era el verdadero problema de su insatisfacción. Yo he tenido muchos, pero que muchos profesores y verdaderamente Inés sabe llegar a los alumnos, sabe motivarlos porque no es lo mismo una ESO obligatoria y sin otra cosa que hacer que un curso a nuestros añillos ( que no son precisamente los de decidarlos a la formación sino a algo económicamente más productivo) en el quinto carajo, 5 horas al día, a un grupo cada cual de su padre y su madre con angustias y problemillas para echarnos a llorar.
Por eso os digo que, en verdad Eva y Gustavo, para mí son muy buena gente pero no han sabido irse por la "puerta grande" y la verdad por delante y eso afea su bondad. Espero que el último día de Inés os vengáis de cervecillas y podamos hablar con tranquilidad.
Respecto a Inés, te doy las gracias por tu predisposición y tenacidad para que aprendamos lo máximo posible en tan poco tiempo, por tu actitud positiva y por las ganas de reir aunque lleguen tempestades como las pasadas. Un beso y ánimo a tí y a todos los que estamos ahí.