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Bienvenidos al blog del curso de guía de ruta de Valderrubio.
Aquí podrás encontrar algunos consejos sobre viajes y bonitos lugares para visitar en toda la Vega y Granada en general.
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viernes, 2 de septiembre de 2011

Velillos a la mar.

Estoy convencido de que, tarde o temprano, el agua del río Velillos acaba llegando al mar, o más bien al océano porque, en contra de lo que pudiera pensarse, su destino último no es el Mediterráneo sino el Atlántico.


Las aguas del río Frailes, también llamado Velillos, se juntan con las del río Cubillas, igualmente turbias, limpias ¿? y frescas, y luego ambas se mezclan con las del Genil, con las del Darro y con las del Beiro, entre otros, para acabar enriqueciendo al gran caudal histórico que pasa por Sevilla y desemboca en Sanlúcar de Barrameda.


Pasear por la ribera del Velillos, cuyo acento es jienense ni pollas, es como adentrarse en un mundo antiguo de artistas paleolíticos y árboles que probablemente contemplaron la caída del Reino de Granada en tiempo real. Entre Olivares y Moclín, el río nos cuenta una historia milenaria de agua y roca que todavía sigue componiendo la melodía de la creación, pues el matrimonio aún perdura, y también nos susurra secretos de nosotros mismos, de lo que somos capaces de hacer y de sentir en un momento determinado.


A estas alturas, unos seiscientos metros por encima del nivel del mar, debo admitir que en este curso de guía de ruta nada sale como estaba previsto sino mucho mejor. De algún modo misterioso y tal vez poético, las cosas adquieren una dimensión casi sobrenatural conforme se van desarrollando. Paso a paso, más que de ruta, nos vamos a convertir en guías espirituales, precursores de un nuevo turismo al que podríamos denominar existencial.


Esta vez no me llevé ninguna cámara (el día anterior había hecho 107 fotos a cuatro megas cada una con la de Inga), sin embargo, siempre guardaré en mi memoria un archivo de imágenes del río Velillos que ningún aparato inventado por el hombre podría reproducir jamás por muchos megabytes que posea. Verbigracia, Rut espiritualizando con Dani justo después del almuerzo, Dani bromeando con un colega del Camino de Santiago que seguramente regresaba de allí, Javier charlando con su GPS y con la naturaleza en general, Iván explicándome detalladamente el sendero más adecuado y menos escarpado para llegar al agua y trotando cuesta abajo como un zulú hacia Olivares, Estrella amando a Lorca, Isabel abrazada al nogal bajo cuya sombra Toñi derramó el vino, Toñi siempre Toñi con su sonrisa y su maternal acopio de cosas ricas y sus decisivas decisiones que cualquier otra persona con menos arrestos sería incapaz de llevar a cabo, Inga preocupándose por la brizna de hierba que los dioses colocaron delante de mi cara, y, bueno, las sacrosantas piernas de Puri, por cuya superficie las gallinitas del frío trataban de escapar de la hipotermia y de la tormenta que en esos momentos empezaba a descargar sobre el tejado de la terraza de la cafetería de Moclín donde pusimos un punto y aparte hasta el martes o el miércoles de la semana que viene.


En la bolsita de plástico que tan amablemente me regaló Estrella guardé aromas y hojas y un poema de García Lorca donde el limo y las estrellas se afianzan en una corriente de amores imposibles pero reales. Amigo, si de verdad te la llevaste al río creyendo que era mozuela, ella te llevó al huerto pensando en la eternidad.


Y de eso se trata, compañeros, de la eternidad, todo lo demás carece de importancia.


Salvo un abrazo bien dado.


Para todas y cada uno de vosotros.


De Antonio Romera


En Sierra Elvira, en algún lugar de Septiembre del año 2011. Aquí, a la espera un poco de magnífica inspiración.



1 comentario:

  1. Antonio, tío, tienes una manera de ver las cosas que envidio. Que el señor te la conserve. Por las cosas que comentaste y preguntaste en la excursión tienes cierto interés e inquietud. Creo que algo te preparaste antes y algo aprendiste. Es lo que diferencia un parado de un desempleado. El parado está eso, parado, inmovil, a verlas venir, atrincherado en su "paradez". Ya que haces referencia a la turbidez del agua, te la explico en un pis pas. Lo que os comenté del paisaje de las sierras de la zona subética (resaltes de montañas de duras calizas y valles de blandas margas) se veía ayer perfectamente. El río, en su viaje, atraviesa zonas margosas, donde se carga de sedimentos que lleva en suspensión. También lleva arenas, gravas y bloques en arrastre, pero esas no flotan en el agua. Podríamos haber cogido un bote de agua y dejarla quieta en el rato del almuerzo y hubieramos visto como empieza a despositar en el fondo un barrillo. También hubiéramos podido calcular el caudal del río, y la cantidad de agua que descargan las fuentes en un año y su pH, lo que nos diría si las aguas de esas fuentes se han dado un corto o largo viaje por el interior de la tierra. Y cuarenta cosas más. Isabel y Estrella, pobres, prepararon una interesante actividad sobre aromáticas que... (me ahorro el comentario). Cuando dices que me fuí con el gps a hablar con la naturaleza, algo de eso había. Nunca había estado allí, y fuí a que el río me hablase y me contase su historia, de sus caudales, de sus crecidas, de las acciones del hombre, de cómo labra la roca, de quienes y cómo viven en sus orillas,... El río me contó muchas cosas y también me preguntó alguna. Y tuve que disculparme y decirle que estábamos allí solo de paso hasta llegar a Moclín, que no era nada personal contra él. Que no se tomara como una falta de respeto la indiferencia de los paseantes. También me tuve que disculpar con las dolomías del pinar de repoblación de la subida a Moclín, con los pinos y sus amigos. No eran el objetivo, sólo estaban en medio. Nada personal. Son los efectos de la democracia. Y ya en Moclín, esperaba el paroxismo de los guías de ruta. Verles trabajar en su terreno, o eso al menos me dijeron y es lo que creéis. La zona urbana. Las edificaciones, la cultura, el arte.... Y me contáis con dos cojones que la iglesia es del siglo XVI. Ya. Si no fuese porque fue casi totalmente destruida en la guerra civil y reconstruida en 194ypico en estilo neoclásico. Joder. Si canta en el entorno. Una como la de Albolote, sería lo lógico... Guays. En fin...

    Creo que quién más aprendió ayer fuí yo. Descubrí una excelente ruta, que aprovecharé en el futuro, que combina naturaleza, entorno rural e historia. Y confirmé la naturaleza humana. Y no me digas pesimista, solo soy un humilde seguidor de Descartes y Kant.

    Un saludo

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