Bienvenidos a nuestro blog

Bienvenidos al blog del curso de guía de ruta de Valderrubio.
Aquí podrás encontrar algunos consejos sobre viajes y bonitos lugares para visitar en toda la Vega y Granada en general.
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Espero que te gusten y te sirvan para pasar más de un buen rato.

lunes, 16 de mayo de 2011

Viernes, 12 de Mayo de 2011. Sierra Elvira.

Para muchos, la máxima “El conocimiento nos hace libres” carece de sentido en cuanto la idea de libertad nos acompaña desde que nacemos como la cosa más natural del mundo. Si tenemos la suerte de nacer en un país profundamente democrático, un país moderno, con una calidad de vida muy aceptable, que se encuentra en la vanguardia mundial en cuanto a derechos sociales, si aceptamos que las criaturas del Señor son libres de una manera consustancial, entonces, el conocimiento no nos hace libres puesto que ya lo somos. Los que defienden esta postura suelen ser bastante vagos, se trata de gente para quienes el conocimiento sólo se adquiere mediante sacrificio y lágrimas. La premisa de la vieja escuela, “La letra, con sangre entra”, los tiene acojonados desde bien chicos. Pero si estas personas se pararan a pensarlo un poco, se darían cuenta de que la libertad a la que hace referencia la máxima no es jurídica ni política ni social ni laboral, sino más bien espiritual. El conocimiento nos hace libres porque bajo cualquier circunstancia nos ofrece unas opciones más amplias y precisas que cuando somos unos ignorantes. La libertad de elección aumenta. Os lo juro, la relación entre conocimiento y libertad es directamente proporcional. A más conocimiento, más opciones. Después de todo, ¿no es eso lo que estamos buscando todos y cada uno de nosotros en este curso, ampliar nuestras opciones?


Opciones, ahí está la clave. Para unos serán laborales, para otros, no necesariamente. Entre los alumnos del primer grupo, incluiría a Estrella, Isabel, Eva, Toni, Daniel, Gustavo, Iván, Puri y Rut, salvo prueba en contrario. En el otro grupo estaríamos Toñi, probablemente, y yo. Algo en Toñi me hace pensar que aunque supiera de antemano que nunca trabajará de guía de ruta, seguiría aprendiendo cosas en este curso. Y eso es justamente lo que me pasa a mí. Pero a mí, lo que me tiene realmente preocupado son esos “juegos de conocerse” que de vez en cuando nos enseña nuestra ínclita maestra Doña Inés. ¿No es verdad que esos juegos son más propios de animadores que de guías de ruta? ¿O es que un guía de ruta es básicamente un animador? Dios mío. No estoy diciendo que me parezca mal aprenderlos y saber cómo diablos funcionan, lo que quiero decir es que no me veo a mí mismo llevándolos a cabo. No sé cómo definirlos sin cabrear a nadie, pero me parecen un tanto prosaicos. ¿Por qué no nos enseñan también técnicas de conversación? Uno de los placeres más gratos que puede experimentar una persona consiste en conversar con sus semejantes. Si os fijáis bien, a la menor oportunidad, siempre hablamos con el prójimo en cuanto se nos pone a tiro. Imaginemos la escena. Hall de un hotel. Llegas con tu grupo de turistas después de una dura jornada de ruta recorriendo alguna de las estupendas sendas propuestas por Iván y resulta que el recepcionista te dice que tus clientes no pueden subir todavía a sus habitaciones porque hay un tipo paseando por el hotel con la cabeza de una mujer en las manos. A lo mejor hay que esperar durante más de una hora en algún sitio. La policía desaloja el hotel y ese sitio es la puta calle. Y ahí estás tú, con un montón de gente acojonada sin saber qué hacer, y en la puta calle, valga la redundancia. ¿Creéis que Doña Inés se sacaría de la manga uno de esos juegos tan divertidos de conocerse? Yo creo que no. De acuerdo, ya sé lo que diría nuestra profesora. En situaciones desesperadas, no hay reglas, la única regla es la improvisación y el sentido común. Vayámonos pues a la zona de las reglas para discutir en igualdad de condiciones. Resulta que no hay ningún psicópata en el hotel, pero tus clientes, extenuados gracias a Iván, no pueden subir a sus respectivas habitaciones por no se qué de los pasaportes. Pongamos que estamos en Pekín, más allá del tratado Shengen. Si el guía de ruta fuera Estrella, no habría problemas. Se sabe un montón de trucos para que la peña no se amuerme. Pero si fuera yo, la peña se amuermaría sin remedio. Sin duda, conocería menos trucos que nuestra amiga de Valderrubio, pero me sentiría incómodo al ponerlos en práctica y al final no los pondría en práctica. A esos juegos tan divertidos les veo una cosa cursi que no va conmigo. No importa, si soy un auténtico guía de ruta, un guía de ruta profesional, debo dejar de lado mis gustos personales y atenerme a los consejos de Doña Inés. No obstante, mi pregunta y mi propuesta es: ¿No sería mejor darles conversación? Yo he utilizado esa técnica un montón de veces y siempre da resultado. Por lo tanto, amigos, no dependáis sólo de esos juegos tan divertidos, engancharos también a la plática y haréis felices a un montón de turistas. Pero no olvidéis nunca una cosa, la relación entre el conocimiento y la conversación también es directamente proporcional. Seamos pues obedientes y escuchemos atentamente a nuestra maestra. Aprendamos. El guía de ruta ignorante nunca sabrá mantener una conversación mínimamente digna con sus clientes.


Agur.


Que el buen rollito os acompañe.


Antonio Romera.


4 comentarios:

  1. Hola Antonio. Como dices, el arte de la conversación y la plática es una excelente manera de transmitir. Pero el entorno no siempre es propicio a ello. Para conversar tiene que haber un emisor y un receptor. Y dado el ámbito del curso, el receptor puede ser un autobús de Móstoles llenito de estudiantes de la ESO que encima van obligados, por poner un ejemplo.
    Complicado. Te lo digo por experiencia. Hay que tener herramientas para abordar cualquier situación, y el juego puede ser una de ellas. Mejor tenerla que no tenerla. Un saludo

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  2. Pero vamos a ver, como dice mi colega, mejor tener herramientas de más que de menos. Sabio consejo Javier. Por supuesto tu eres el líder de tu grupo y tu debes saber cuando y como utilizar esas herramientas. La conversación es una técnica más tan válida como cualquier otra, que también intentaré enseñar, ojito!! que el curso acaba de empezar, apenas llevamos 2 semanas. Primoooo! y me encanta que digas tu opinión, aunque mis jueguecitos te parezcan cursis, será posible jejeje.....

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  3. Pero yo no he dicho que no mereciera la pena aprender esos juegos sino todo lo contrario. Claro que vienen bien y claro que estoy tomando buena nota de ellos, incluso ya se me han ocurrido varios. Por supuesto. Sólo quería decir que me cuesta ponerlos en práctica. Lo curioso es que, al menos al principio, veía los juegos desde el punto de vista del turista y me entraba un horror. Porque a mí me gustan esos ratos de espera que se producen en todo viaje, te dan tiempo a pensar, a leer, a charlar con alguien, a poner tu vida en orden. En fin. Gracias por los comentarios. Y le pido disculpas a Inés porque a lo mejor me he adelantado vilmente a una parte del temario.

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  4. Bueno, bueno, que no, que lo de la conversación no está en el temario, pero yo si me da tiempo os enseñaré algo del tema, más que de conversación a contar historias y hablar en público. Y no olvidemos que los turistas pueden participar o no en los juegos que proponemos, es totalmente voluntario, y debéis decírselo para que en ningún caso se sientan obligados. Hasta mñn

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